- Un Dios (Deuteronomio 6:4; Isaías 42:8; Santiago 2:19) en tres personas (Mateo 28:19; 2 Corintios 13:14): Padre, Hijo y Espíritu Santo.
- La deidad de Jesucristo, el nacimiento virginal, la humanidad sin pecado, la muerte sustitutiva, la sangre expiatoria, la resurrección corporal y la ascensión al cielo.
- La Biblia completa es la revelación infalible de Dios al hombre (2 Timoteo 3:15-17; I Pedro 1:23-25; Hebreos 4:12).
- Salvación es únicamente por gracia, únicamente mediante la fe, únicamente mediante Jesucristo (Romanos 3:24; Efesios 2:8; Romanos 10:8-10).
- Cada persona, al haber sido creada a imagen de Dios, tiene valor y dignidad (Génesis 1:26). Como portadores de la imagen de Dios, toda la vida humana, desde la concepción hasta la muerte, tiene valor y merece ser defendida y protegida.
- La única Iglesia verdadera, el cuerpo de Cristo, formado por todos los creyentes.
- La resurrección del cuerpo: gloria eterna para los creyentes en el cielo nuevo y tierra nueva (Isaías 65:17, 66:22; 2 Pedro 3:13; Apocalipsis 21:1) y castigo eterno para los incrédulos.
- La importancia sobre la obediencia al mandato de nuestro Señor de llevar a personas de todas las naciones a la fe en Cristo y a crecer en la semejanza de Cristo.
- El regreso personal de Cristo para establecer Su Reino en la tierra (Romanos 11:25, 27; 2 Tesalonicenses 1:7; Apocalipsis 19:11-16; 20:1-7.
- La morada y el poder de los creyentes por parte del Espíritu Santo, que se da como sello y prenda de nuestra herencia en Cristo Jesús.
- La creación de Dios del hombre y la mujer, y el matrimonio como una unión santa entre un hombre y una mujer.
La Declaración de Fe no agota el alcance de nuestras creencias. La Biblia, como Palabra inspirada de Dios, sirve como autoridad final y fuente de lo que creemos con respecto a la verdad, la moralidad y de una conducta adecuada que honra a Dios.